Gaspar Castaño de Sosa (Portugal, c. 1550 - en un barco en las islas Molucas, c. 1593), fue un militar, minero, poblador y administrador colonial hispano-portugués activo en el Reino de Nuevo León y líder del primer asentamiento europeo en Nuevo México.
Durante dicha travesía, Luis de Carvajal tuvo el mal tino de reafirmarle al nuevo Virrey, que conforme a las capitulaciones que había firmado con el Rey de España, él y sus descendientes no estaban sujetos a la autoridad virreinal.
Estas aclaraciones innecesarias tendrían terribles repercusiones en Carvajal, su familia y la futura colonia, porque sus capitulaciones eran hereditarias y no bastaría con desprestigiar a Carvajal, sino que había que asegurarse que no pudiera haber sucesión, si se querían dejar dichas capitulaciones sin efecto.
De hecho, reportaron que "los colonos vivían de comer lampazos" y la vida les era muy dura y el trabajo muy arduo,[6] amenazados por indios hostiles, forjando más tarde el temperamento emprendedor regiomontano.
Supuestamente, Carvajal y su gente realizaban incursiones en el norte a lo largo del río Grande, capturando cientos de indios que luego vendían como esclavos.
[2]: 247 [7] Estas incursiones, habituales en algunos asentamientos, se evidenciaban sin embargo, como ejecutadas por los colonos de la Nueva Vizcaya, ya acusados por las autoridades neoleonesas de realizar "entradas" ilegales desde tiempos anteriores.
[5] Este era el pretexto que el Virrey y las autoridades eclesiásticas locales necesitaban para poder anular las capitulaciones que tanto dolores de cabeza les estaban causando, pues, no solo comprometía a Carvajal, sino, que podían desprestigiar a sus herederos y, con ello, justificar la anulación de las capitulaciones.
Carvajal tenía en su contra ya el pertenecer a una familia de cristianos nuevos y terminó siendo excomulgado.
Fue arrestado por Alonso López y llevado a México para ser juzgado por la Inquisición.
Sentencia que no llegó a cumplir, pues poco tiempo después murió enfermo.
Los jumanos que encontraron pronto les fueron hostiles, y los hombres de Castaño tuvieron varias escaramuzas con ellos.
En represalia por esta humillación, Castaño llevó a 40 hombres y dos cañones hasta Pecos.
[7] Ya era enero de 1591 y, con mucho frío, Castaño estableció su jefatura en Santo Domingo Pueblo, al norte del actual Albuquerque.
Sus hombres estudiaron la región, sin éxito, buscando yacimientos de minerales preciosos.
Un grupo de hombres deseaba regresar a México y pusieron en peligro su vida.
[5] Morlette también recibió instrucciones para llevar a cabo la liberación de cualquier esclavo indio que encontrase.