Por consiguiente, los indígenas recibían la orden de reconocer su autoridad y quedar como sus súbditos libres, cristianos.
Algunos españoles, como por ejemplo Bartolomé de las Casas, se manifestaron públicamente sobre este tema.
Dirigiendo un sermón a sus fieles de La Española denuncia el mal trato a los habitantes del nuevo continente, lo que provoca al año siguiente en Burgos una junta de teólogos y juristas para discutir el problema.
El Requerimiento fue usado por primera vez por Pedrarias Dávila en Panamá, "Tierra Firme", en 1513.
Incluso se cree que fue expresamente preparado para dicha expedición, pues su financiamiento, mixto, en parte era inversión de la corona.
De hecho, el título del Requerimiento hace alusión a su futuro uso en "Tierra Firme".
Sin contar que la lectura se hacía en español, que no conocían los indígenas, los cuales en todo caso no estaban dispuestos a convertirse por el mero hecho de la lectura de una carta.
En el siglo XX, el historiador guatemalteco Severo Martínez Peláez expresa que este requerimiento era un truco para justificar la esclavización legal de los indígenas con motivo de la guerra en los siguientes términos: