Concierto para piano n.º 1 (Chaikovski)

La vida de Chaikovski (así como de otros compositores rusos contemporáneos a él) está claramente influencia por el nacionalismo ruso; este es un movimiento sociopolítico que tuvo origen en la segunda mitad del siglo XVIII.

En las artes, Rusia se desarrolló notablemente en la segunda mitad del siglo XIX respecto a su estado cultural anterior.

En esta situación, se debe considerar que la burguesía del siglo XIX no tuvo problemas en gastar su dinero en las artes, pues estimaban las obras del genio creativo; de este modo apoyaban las artes con billetes para representaciones musicales, teatrales, etc., que cada vez se ponía a disposición de las «clases inferiores» más fácilmente.

Por ello, para complacerles, reunió sus conocimientos sobre la música folclórica de los pueblos del imperio ruso.

Este aumento del gusto por Chaikovski no fue coincidencia, sino que una serie de factores lo favorecieron.

Asimismo, el compositor Igor Stravinsky, reivindicó la obra del compositor, considerándola en su volumen Poética musical (expuesto en la Universidad de Harvard en la cátedra Charles Elliot Norton) como una de las mayores aportaciones musicales del siglo XIX.

Rubinstein destacó como pianista y compositor; su hermano mayor (Anton) fue el fundador del conservatorio de San Petersburgo.

Cuando el compositor le mostró su obra, Bülow quedó maravillado por la genialidad de esta, tanto que incluso la incluyó en su próxima gira (ya programada) por Estados Unidos.

Aunque actualmente la reputación de Rubinstein no es muy buena por el desacuerdo que mantuvo con Chaikovski, se debe señalar que a lo largo de sus vidas resolvieron sus conflictos e incluso Chaikovski le dedicó su Trío con piano en la menor tras su muerte.

John Dwight no podía comprender «ese concierto sumamente difícil, extraño, salvaje, ultrarruso».

Por consiguiente, fue gracias a Bülow y Rubinstein que la composición de Chaikovski se instaló en el ámbito internacional.

Chaikovski se esfuerza al máximo en la coda del Concierto, con la orquesta interpretando el segundo tema con todo su valor antes de adentrarse en las brillantes páginas finales.La partitura está escrita para solista y orquesta sinfónica:

Tema principal del Concierto para piano y orquesta n.º 1 .