La televisión estaba en fase experimental, pero en Estados Unidos la radio era el medio por ondas más popular, con programas de comedias, dramas o actualidad.
El joven Orson Welles había adquirido cierto prestigio interpretando en la radio algunas obras clásicas como Los miserables.
Welles tenía 23 años, y en los días previos a la emisión de la dramatización, creía que los habituales oyentes de sus dramatizaciones semanales iban a encontrar aburrida una historia tan poco probable.
[7] No obstante, estudios posteriores mitigan o reducen impacto real del pánico que pudo ser exagerado.
[6] Sin embargo, sociólogos durante las últimas décadas, como Robert Bartholomew de la Universidad James Cook, afirman que la extensión del pánico tal como se relató en la obra de Cantril y fue "enormemente exagerada".
Aunque, no obstante, no se pone en duda que es posible que decenas de miles de personas en Nueva Jersey y Nueva York estuvieran en verdad asustadas.
La idea surgió del director de Radio Quito, Leonardo Páez Maldonado, junto al actor experto en radionovelas Eduardo Alcaraz (nombre artístico de Alfredo Vergara Morales).
Un locutor interrumpió la transmisión de un número musical en vivo del Dúo Benítez-Valencia para informar sobre un objeto volador desconocido sobre las Islas Galápagos, y más tarde, que un platillo volador había descendido en las afueras, en Cotocollao, en ese entonces una parroquia rural.
La transmisión no duró más de 20 minutos, hasta que la gente descubrió la verdad.
Los aceites de la imprenta del periódico, sumados al papel, hicieron que el incendio tomara fuerza.
La policía, viendo que se trataba de una burla, no socorrió a los artistas, periodistas y personas del edificio, quienes intentaron ponerse a salvo saltando al techo de otro edificio.
Una década después, Radio Clásica (RNE) emitió una adaptación en el programa "La noche transfigurada", dirigida por Daniel Quirós, con la participación especial del actor español Imanol Arias, ambientada en 1948.