Colegio del Río (Plasencia)

Es posible ver las ruinas del colegio desde el paseo fluvial, al cual se accede con facilidad desde el parque del Cachón y el puente peatonal José Neria Manglano, situados ambos inmediatamente al oeste de las ruinas.

[9]​ Se desconoce en qué momento exacto se abandonó completamente el colegio, aunque probablemente su cierre fue ocurriendo de forma progresiva a lo largo del siglo XVIII y hasta principios del siglo XIX.

El cierre se produjo por las limitaciones económicas y por las frecuentes enfermedades que padecían los jóvenes como consecuencia de la humedad procedente del río.

En la Guerra Peninsular, el edificio fue saqueado por los invasores franceses, iniciándose la ruina de la estructura; sin embargo, la ruina no fue total, pues se usó como lazareto durante una epidemia de fiebre amarilla que se produjo entre 1818 y 1821, obligándose a hacer cuarentena aquí a quienes pretendían entrar en la ciudad sin mercancías.

[4]​[11]​[12]​ Tras la destrucción del edificio, esta zona de la ciudad quedó en el siglo XIX como un mero paraje rústico junto al río, sin apenas más uso que los agrícolas propios de una ribera fluvial.

[13]​ Sin embargo, en el siglo XX comenzaron a darse nuevos usos a la zona: en la década de 1940, unos empresarios catalanes establecieron junto a las ruinas un lavadero de lanas que, si bien solamente funcionó durante unos años, dejó junto al colegio una gran chimenea industrial de ladrillo con base hexagonal y desarrollo circular.

[14]​ Posteriormente se añadieron en los alrededores varias casas de campo con piscina y el parque del Cachón.

[16]​ Esta idea se había propuesto en 2013, al analizarse las necesidades de aparcamiento durante la elaboración del actual Plan General Municipal.