Fabián (papa)
La leyenda acerca de su elección fue elaborada por el historiador eclesiástico Eusebio de Cesarea quien en el tomo sexto de su obra Historia de la Iglesia relata cómo estando reunidos los electores para seleccionar al sucesor del papa Antero, una paloma se posó sobre Fabián, un granjero laico que se encontraba en Roma accidentalmente y como simple espectador.[1] El pueblo tomó esto como una señal milagrosa de Dios que escogía a Fabián como su candidato e inmediatamente procedieron a ordenarlo sacerdote y obispo.[1] Consagró a varios obispos, entre ellos a san Dionisio de París al que envió a misionar las Galias, y según la tradición, Fabián instituyó las cuatro órdenes menores.Estableció que todos los años el Jueves Santo fuese renovado el Santo Crisma[1] y que se quemara el del año anterior.También reguló que el Santo Crisma debería prepararse con aceite mezclado con bálsamo.