Aunque la idea expresada en cogito ergo sum se atribuye ampliamente a Descartes, Aristóteles explicó esta idea en toda su extensión: Una formulación anterior a Descartes en 1554 por Gómez Pereira es tan exacta como la suya:[2] También existen antecedentes en Agustín de Hipona,[3] El argumento de cogito ergo sum puede considerarse también un desarrollo ulterior del argumento del hombre volante de Avicena.
[5] El enunciado en francés Je pense, donc je suis (Yo -yo deíctico- pienso por ende yo soy), transcrito al latín como cogito ergo sum y al español castellano como "pienso, luego existo" muchas veces ha sido y se entiende mal, como "a partir del pensar se es", en rigor la frase es base para el racionalismo ya que en su Discurso del método Descartes busca algo concreto en lo cual es base la razón (y por esto el racionalismo), entonces, tal cual lo expresa muy claramente Descartes en su libro.
Descartes parte de no tomar ninguna premisa antes recibida como verdadera, esto ya que afirmar supuestas expresiones debilitarían su argumento.
Sin embargo, la duda que Descartes considera como un buen medio para examinar la validez o verdad de sus creencias, no es arbitraria.
En la aplicación real del método cartesiano, solo la existencia de razones, o argumentos escépticos vigentes da «ocasión para dudar».
Sin embargo, Descartes mismo señala que también las ideas evidentes se pueden poner en duda (esto sucede hacia el final de la primera meditación, cuando considera la hipótesis del genio maligno).
Y por último, cualquiera puede plantear la duda en términos generales, ya que la frase «las ideas evidentes podrían ser falsas» es inteligible.
[9] Pierre Gassendi pronunció en oposición a la cita de Descartes «ambulo, ergo sum» (Me paseo, luego existo) ya que para Gassendi la fuente del conocimiento de la propia existencia no es el intelecto, sino la experiencia que se percibe con todos los sentidos en contacto con la naturaleza.
[11] Harry G. Frankfurt no encontró satisfactoria la respuesta de Descartes a Gassendi, pues la sensación del ambulo está lógicamente ligada al ser y el cogito también es dudable.
"[14] Esto constituye su bundle theory, o "teoría del haz", según la cual los objetos solo lo son en tanto que conjuntos de propiedades concretas e individuales.
[16] Declara así en su Tratado de la naturaleza humana: Esta visión fue transmitida por intérpretes positivistas, que vieron a Hume como sugiriendo que términos como "sí mismo", "persona" o "mente" se referían a colecciones de "contenidos sensoriales".