Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay son los primeros países latinoamericanos en abrazar las obras de Don Bosco.[5] En 1887 en un viaje hacia el sur, monseñor Juan Cagliero prometió la instalación de una escuela en Talca, siendo la única ciudad en la que dejara una promesa firmada.[6] La comitiva de los salesianos que partió a Talca estaba compuesta por los sacerdotes Domingo Tomatis, Alejandro Garbari y Vicente Gioia, además del hermano Luis Marello.Curiosamente, en dicha ciudad se les informó el fallecimiento de Don Bosco, hecho que en un principio verían con escepticismo.Aquí además se enterarían de la inesperada popularidad que Don Bosco tenía en Chile.A esto se le sumaría la contribución de las otras congregaciones presentes en la ciudad y la colonia italiana.[9] Además del trabajo educativo, los sacerdotes salesianos contaban con otras funciones, las cuáles en muchos casos eran con el objetivo de obtener dinero para la escuela.Dicha situación fue impedida por el Padre Crisóstomo Gavirati, quien impidió el cierre considerando la relevancia que aún tenían los talleres pese a su antigüedad.[17] El incendio provocó que debiera reconstruirse gran parte del edificio, especialmente los sectores más cercanos al santuario.Con el paso del tiempo, el colegió continuó creciendo y aumentando de forma constante su matrícula.Se realizaron intercambios pedagógicos internacionales entre maestros para mejorar la calidad educativa del colegio y de ellos mismos.Tras una pequeña negociación con su amigo Gabriel Letelier, lograría adquirir el terreno por la suma de seis mil pesos.En un principio, la escuela debió pasar por importantes dificultades para subsistir, siendo un símbolo del abandono que vivía la población San Gabriel en general.Además, en este periodo Santa Ana se conforma formalmente como parroquia, abriendo la oportunidad para contar con sacerdotes y párroco propios.[30] En 1951 se inauguró el nuevo edificio del patronato, ubicado en el denominado patio de la parroquia, que en aquel periodo era utilizado por los sacerdotes para dar clases en la escuela.Al momento de unificarse con El Salvador, el colegio contaba con dos cursos por nivel, abordando desde pre-kinder hasta octavo básico.Buscando unir la enseñanza salesiana y dándole continuidad desde pre-básica hasta la educación superior dada por el CFT Don Bosco.En 2009, se inauguran nuevas dependencias en sede norte, lo que permitió aumentar a dos cursos por nivel para la educación media.La sede sur, por su parte, no tuvo tantos daños estructurales, aunque el santuario de María Auxiliadora sufrió algunos, los cuales fueron reparados entre 2011 y 2014.Ese mismo año el colegio se volvió gratuito para todos los estudiantes por primera vez en su historia.Se compone por un vestón azul marino, pantalón gris, zapatos negros, camisa blanca y corbata institucional.Contiene cuatro simbologías en su interior, al centro una S y una T de color blanco superpuestas de Salesianos Talca, en la zona superior la palabra Talca, y al centro, sobre las iniciales del colegio, una flama, el representativo del espíritu santo en la religión católica.[39] La institución tiene la particularidad de que todas sus principales dependencias se encuentran en el mismo lugar desde sus correspondientes inauguraciones.[1] Cuenta con una nave principal, la cual es la edificación más antigua del colegio, siendo la que da de frente a la avenida 2 sur.Además, en dicho edificio se encuentran las instalaciones para las especialidades de Mecánica industrial, Electricidad y Electrónica.Actualmente recibe jóvenes de diversas edades, a los cuáles se les brinda un espacio para el desarrollo musical.En este grupo se incluye a distintas agrupaciones, como los boy scouts, Comunidades Apostólicas Salesianas (CAS), entre otros.Se denomina Animación Familiar a las diversas organizaciones pastorales del colegio que no necesariamente están dirigidas hacia los estudiantes y/o jóvenes.[54] Durante el año también se realizan retiros espirituales dirigidos a los apoderados del colegio, con énfasis similar al de los estudiantes.Desde los primeros registros ha variado en la cantidad de fiestas por año, aunque actualmente se realiza una al finalizar la semana salesiana.
Estudiantes, sacerdotes y bienhechores de la Escuela El Salvador en un paseo de campo, año 1911.
Edificio de la Escuela Talleres del Salvador durante las fases finales de su construcción
circa
1931.
Reunión de Directores salesianos en Chile, año 1912. De pie de izquierda a derecha:
Pablo Rabagliatti
, Enrique Raygazze, Emilio Cozzni,
Crisóstomo Gavirati
,
Pedro Dinale
,
Simón Dynerowicz
,
Carlos Amerio
, Florencio Sáez, Juan Castellari, Abraham Aguilera. Sentados de izquierda a derecha: Domingo Soldati,
Domingo Tomatis
, Luis Nai, Ambrocio Turricia y
Silvio Romoli
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