Estos dos primeros grupos tenían que ver con una opción religiosa, pero don Bosco soñaba su carisma educativo guiado también por personas que se sintieran unidos a su mismo espíritu, aún si no sentían una vocación religiosa como sacerdotes, hermanos o hermanas y para ellos fundó la tercera orden a la que llamaba los salesianos externos, es decir, los salesianos cooperadores fundados en 1876.
Los tres grupos se unen en la figura de don Bosco como inspirador del sistema preventivo salesiano.
En 1917 Don Felipe Rinaldi fundó un cuarto instituto conocido como las Voluntarias de Don Bosco (VDB) con muchachas que asistían a Valdocco y querían abrazar la vida consagrada pero continuar dentro de la sociedad civil.
[3] Primero se llamaron "Oblatas cooperadoras de San Juan Bosco'", pero después adoptaron el actual nombre en 1964.
Con ellos estaba el padre Felice Reviglio quien se dedicó a buscar antiguos alumnos y pronto surgieron asociaciones de exalumnos en toda Italia hasta que en 1908 Don Rinaldi comienza a darles un mayor impulso.