El vocablo «domótica» viene de la unión de las palabras domus (que significa «casa», en latín) y automática (del griego: αὐτόνομος, autómatos; «que se gobierna a sí mismo»).
[2] Los servicios que ofrece la domótica se pueden agrupar según cinco aspectos o ámbitos principales: El ahorro energético no es algo tangible, sino legible con un concepto al que se puede llegar de muchas maneras.
En muchos casos no es necesario sustituir los aparatos o sistemas del hogar por otros que consuman menos energía sino una gestión eficiente de los mismos.
La domótica aplicada a favorecer la accesibilidad es un reto ético y creativo pero sobre todo es la aplicación de la tecnología en el campo más necesario, para suplir limitaciones funcionales de las personas, incluyendo las personas discapacitadas o mayores.
[7] Cada dos años, empresas españolas participan en el concurso internacional KNX Awards, llegando a conseguirlo en varias ocasiones.
Conforme avanzan los años 90, las instalaciones se hacen más frecuentes e importantes comenzando a expandirse el mercado argentino, lo cual posibilita, llegado el fin del milenio, la aparición de otras compañías que comienzan a incorporarlo entre sus servicios o realizan desarrollos propios.
La crisis económica Argentina de fines del 2001 paraliza este desarrollo que recién se recupera con la expansión que se da en el área de la construcción casi tres años después.