Los servicios de Teleasistencia se inventaron durante los años 90 en Europa y más concretamente en los países nórdicos.
Además fueron creados con una idea muy habitual en los países nórdicos: sencillo y que funcione.
Con un terminal de teleasistencia domiciliaria conectado a la línea el usuario puede llamar para realizar una petición de ayuda desde el terminal o bien desde el control remoto que debe llevar consigo: un colgante o pulsera.
Habitualmente el terminal se programa para llamar a la central de teleasistencia, la cual identifica la llamada, conoce los datos del usuario y según la emergencia avisa a familiares, médicos, ambulancias, etc.
Este trabajo consiste en ofrecer apoyo telefónica, además de atender necesidades y demandas.