Los colegios salesianos han adquirido un gran prestigio a lo largo del siglo XX en todas las naciones en las cuales están presentes, registrando su presencia en 133 países.
A pesar de ello, los colegios o escuelas salesianas promueven la identidad cultural y el amor por la patria propia.
Los salesianos han sabido acoplarse a las exigencias de países cuyos estados son confesionales (países en donde el budismo es oficial como Tailandia y Camboya; el sintoísmo como Japón, el Islam como Pakistán o Egipto; el hinduismo como India o en regímenes comunistas como China) bajo la norma del respeto, la tolerancia y el diálogo formativo entre sus estudiantes no católicos.
Este aspecto ha hecho que dichos estados valoren la educación salesiana (por ejemplo en Tailandia, Camboya y Pakistán), mientras los salesianos se acoplan a las disposiciones de la Iglesia católica al no promover la propaganda religiosa.
No existe un colegio o escuela salesiana sin áreas deportivas, consideradas el espacio en donde se facilita el encuentro juvenil en clave de amistad, comunicación espontánea, conocimiento mutuo, asistencia del adulto-educador-formador con el joven.
La idea del patio salesiano tiene sus diferentes esfumaturas marcadas por culturas y épocas.