Mientras estuvo en pie diversos papas la visitaron, se celebraron grandes encuentros de índole eclesiástico y su control abarcaba numerosas propiedades como villas, fábricas, masías, terrenos y viviendas dispersas por todo el Reino de Valencia.En 1417 muere Bonifacio Ferrer y es enterrado en el nuevo cementerio situado en el claustro Mayor.Confluían en la Torrecilla, lugar estratégico donde se han localizado diversos yacimientos que demuestran su uso ya en épocas prehistóricas.Diseminadas por las poblaciones serranas permanecieron estas familias moras, hasta su definitiva expulsión en el año 1609.En 1728 en el Batán del trapo se realizó una gran reforma para fabricar papel blanco de calidad.La historia contemporánea de la Cartuja se ve alterada por sucesivos abandonos y regresos, el primer abandono se produjo en 1706 durante la guerra de sucesión, por el temor a las represalias que pudiera tomar contra ellos Felipe de Borbón, tras la marcha a Valencia, dado que el prior José Tomás Ferrer había prestado obediencia al archiduque Carlos, los monjes abandonaron la Cartuja volviendo pasado aproximadamente medio año después.Los acontecimientos históricos determinaron otra exclaustración en 1820 durante el Trienio Liberal, tras esto, volverían en 1823.Las puertas y retablos se encuentran en el Museo "La Luz de las Imágenes" situada en la localidad vecina a Altura, Segorbe.El altar mayor se encuentra en la Iglesia San Miguel Arcángel de Altura.Durante el proceso de recuperación se han reconstruido diversas secciones de la Cartuja y se ha colocado la estatua dedicada a san Bruno, realizada por el escultor valenciano José Esteve.Hay quien dice que estando el Infante Don Martín (el Humano) durmiendo la siesta, vio en sueños cómo bajaba Cristo desde el cielo para juzgar a los mortales y en su presencia se manifestaban todas las señales que han de preceder al Juicio Final en el Valle de Josafat: se conmovió la tierra...Después de haber tomado otras reliquias volvieron a cerrar la cripta.Alrededor del Claustro Mayor se disponen las celdas en las que vivían individualmente los monjes.Su único camino consistía en ir de la celda a la Iglesia y al Claustro Mayor.Se reunían en la Iglesia todos los días para asistir al oficio divino, Misa conventual, Vísperas y Maitines.No prueban la carne en toda su vida, excepto la de tortuga, que casi siempre es criada en el mismo Monasterio.Todas estas oraciones se hacen en la celda, donde un cartujo no sale ni para comer.Los cartujos eran enterrados en fosas excavadas en el suelo, envueltos simplemente con una sábana o lienzo.La celda tenía un pequeño añadido que servía como cuarto de estar.Este corredor tenía a su vez un pequeño pórtico por el que podía entrar el prior al huerto para inspeccionarlo y dar el visto bueno.En el lado opuesto había una estrecha abertura que daba a la panda del claustro.La vida diaria de un monje cartujo incluye varias actividades sugeridas que varían en cada cartuja, pero en general siguen el mismo patrón que incluye los oficios como Maitines, Laudes, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas.Así mismo, se construyó el muro que atravesando el presbiterio, separó la nave de la Iglesia del tras-sagrario.La cúpula de media naranja se construyó más tarde, en 1665 y su autor Juan Claramunt, cambió el campanario del lado del evangelio, donde se encontraba, al lado de la epístola.A finales del siglo XIV y principios del siglo XV, cuando se construyen varios de los edificios claves de Vall de Crist, las solerías se pavimentan combinando las losetas bizcochadas ya sean estas: cuadradas, rectangulares, alfardones u octogonales, con los azulejos o las olambrillas decoradas en azul.Pertenecientes ya al siglo XVI, aparecen varios ejemplares de azulejos mudéjares, cuya característica más sobresaliente, aparte de la belleza en su decoración geométrica y colorido es la técnica con la que están realizados: cuerda seca y cuenca o arista.Este tipo de azulejos se colocaría en zócalos y no en solerías.Durante los siglos XVI y XVII el estilo renacentista llega desde Italia a la península ibérica.La cerámica y azulejería se verán influidas por dicho estilo al igual que las demás artes.Durante estos siglos los azulejos que se emplean son de serie, es decir, no forman escenas de conjunto, combinándose dos, cuatro y ocho losetas para formar un friso, el cual irá bordeado por una greca.
Iglesia Mayor o de Nuestra Señora de los Ángeles antes de la consolidación de sus muros realizada en 2008
Detalle de la fachada de la Iglesia Mayor
Iglesia de San Martín
Grabado sobre la apariencia de la cartuja de Vall de Crist en su esplendor.
Grabado sobre la apariencia de la Cartuja de Vall de Crist en su época de esplendor.