Carlos Fernández Shaw

Fue redactor de La Época desde 1888 hasta 1899, año en que abandonó el periodismo para dedicarse exclusivamente al teatro, tras el éxito de la zarzuela La Revoltosa (1897), cuyo libreto había compuesto junto a José López Silva.

Tras su muerte, su hijo Guillermo se hizo cargo de sus proyectos como libretista junto con el dramaturgo Federico Romero Sarachaga (en zarzuelas como Doña Francisquita, La rosa del azafrán, Luisa Fernanda, La tabernera del puerto).

Sus Poesías completas fueron recogidas e impresas con prólogo de Melchor Fernández Almagro (Madrid: Gredos, 1966, Gráficas Cóndor).

Como autor dramático escribió sainetes (No somos nadie, 1909, con Francisco Toro Luna), pero se consagró especialmente al género chico y a la zarzuela.

Hizo también revistas (Instantáneas, 1899, con Carlos Arniches y López Silva), juguetes (El hombre feliz), parodias (Sotero Chorli o Contra un padre no hay razón), dramas (La bendición) y comedias (La venta de Don Quijote, 1904; Las figuras del Quijote, 1910).

Es interesante su discurso Relaciones entre la ciencia y la poesía, leído en 1884 en el Ateneo de Madrid.

"Mi último sueño", poema de Fernández Shaw con ilustración de Enrique Estevan ( Blanco y Negro , 6 de noviembre de 1909)
El poema de caracol ( El Cuento Semanal , 10 de diciembre de 1909)
Caricaturizado por Tovar (1921)
Velada literaria en «Blanco y Negro»: Fernández Shaw, Moret , Sinesio Delgado , Acebal y Luca de Tena (7 de febrero de 1901)