De 1869 es su primera pieza dramática, Le Passant, acogida con gran éxito en el Teatro del Odeón, así como Fais ce que dois (1871) y Les Bijoux de la délivrance (1872), cortos dramas en verso inspirados por la guerra, que fueron calurosamente aplaudidos.
Este año fue elegido por la Academia Francesa y eso le condujo a retirarse de todos los cargos públicos.
Publicó sin embargo volúmenes de poesía a intervalos frecuentes, entre ellos Les Humbles (1872), Le Cahier rouge (1874), Olivier (1875), L'Exilée (1876), Contes en vers etc. (1881), Poèmes et récits (1886), Arrière-saison (1887), Paroles sincères (1890).
En sus últimos años produjo menos poesía, aunque aún ofrendó dos volúmenes, Dans la prière et la lutte y Vers français.
La poesía lírica e idílica, gracias a la cual continúa siendo hoy recordad, está animada por una particular gracia musical y en algunas ocasiones, como en "La bendición" y La Grève des forgerons, muestra por momentos un poderoso vigor en la expresión.