Pero fue con la asunción de Bernardino Rivadavia como ministro del Gobernador Martín Rodríguez (1821) que este camino adquirió su ancho y nombre actuales.En 1864, la Compañía de Jesús adquiría los terrenos en donde doce años después inauguraría la actual Iglesia del Salvador, estableciéndose y actuando como avanzada sobre una zona que aún no estaba urbanizada.Conocida a comienzos del siglo XX como Boulevard Callao, contaba no solo con adoquinado, sino con una hilera de faroles que separaban los sentidos del tránsito e iluminaban la arteria, primero a gas y finalmente por alimentación eléctrica.Otras cúpulas notables fueron construidas en los edificios de las esquinas con las calles Lavalle y Santa Fe, este último obra del conocido arquitecto Mario Palanti.Esto repercute especialmente en los edificios que se ven en el tramo desde la Avenida Corrientes al norte.En las últimas décadas del siglo XX, el tramo céntrico de Callao fue sufriendo una decadencia progresiva: la Confitería del Molino se transformó en un “el monumento a la decadencia” desde su abandono total en 1997, y el tramo desde Rivadavia hacia Córdoba fue descripto en 2007 como “una muestra de crecientes disparidades y del crepúsculo que alcanza a una parte de su pasado más luminoso”.[2] El tradicional Hotel Savoy se transformó en una discoteca elegida por la comunidad gay porteña en los años 80,[3] y el Hotel Bauen inaugurado para el Mundial de Fútbol 1978 sufrió la decadencia durante años, hasta que fue apropiado por sus empleados como cooperativa en 2003.Además, en la esquina con la calle Mitre se destaca el antiguo local de la confitería L'Aiglon, que en 2011 fue comprado y restaurado por la cadena Starbucks.[8] Se destacan en este sector la cantidad de grandes edificios construidos en las primeras décadas del siglo XX, con varios pisos de altura y muchas veces coronados por cúpulas que les dan jerarquía.El cruce con la Avenida Corrientes marca el fin de la zona con más movimiento comercial y turístico.En la manzana oeste entre las calles Tucumán y Lavalle se halla la Iglesia del Salvador, iniciada en 1872 por el sacerdote jesuita José Sató.Pasando Tucumán está la Escuela de Comercio "Antonio Bermejo", la primera de su tipo habilitada especialmente para mujeres en 1898, y que ocupa una antigua casa italianizante del siglo XIX que hoy es Monumento Histórico Nacional.Antiguamente funcionó en este cruce un mercado callejero, que hoy ocupa un edificio cubierto a pocos metros de la esquina.En el cruce con la Avenida Santa Fe se alza en la esquina nordeste un edificio alto con mansarda y una torre esbelta, proyectado por el arquitecto Mario Palanti.Este último tramo de la avenida es principalmente residencial, los edificios superan los diez pisos de altura en promedio y en su mayoría son modernos, aunque se destacan algunas casonas clásicas que sobrevivieron al auge inmobiliario, como la que ocupa la esquina con la Avenida Alvear y tiene un amplio jardín privado.[9] Esta propuesta se retomó a lo largo de los años, incluyendo una conexión con la Autopista Arturo Illia, pero jamás fue concretada.
Edificio del arq. Plou en Callao y Corrientes (foto: ca. 1920)
Al norte de Av. Santa Fe, predominan los edificios modernos de departamentos.