Sucedió a su hermano Seleuco III Sóter Cerauno, que había sido asesinado por sus generales en una expedición en la región de los montes Tauro, en Asia Menor.Tuvieron un hijo llamado Ptolomeo Antíoco, el cual gracias a la influencia de su gran abuelo, fue proclamado heredero.Berenice llamó en su ayuda a su hermano y nuevo rey de Egipto, Ptolomeo III Evergetes.A consecuencia de una conjura, Seleuco III fue asesinado y su hermano menor subió al trono.En cambio, Molón se rebeló en 222 a. C., y Antíoco tuvo que intervenir personalmente para sofocar la rebelión.Aqueo, viendo al rey comprometido en Babilonia, se rebeló también, ocupando Antioquía, pero viendo que perdía el apoyo popular, fingió seguir siendo fiel, y Antíoco le permitió seguir en su provincia.Habiendo recuperado la parte central de Asia Menor, aunque el gobierno seléucida debía tolerar las dinastías de Pérgamo, Bitinia y Capadocia, Antíoco se centró en recobrar las provincias del norte y este.El último intento de Antíoco por expandir sus fronteras resultó en fracaso, contra un pueblo que comenzaba a desplegar su poder: Roma.[6][7] Fue derrotado por dos veces, en las Termópilas (191 a. C.) y en la batalla de Magnesia del 190 a. C., contra el general romano Lucio Cornelio Escipión Asiático.