Laódice I fue una mujer de la nobleza de Anatolia, pariente cercana de la temprana dinastía seléucida, que fue la primera esposa (y probablemente prima) del rey seléucida griego Antíoco II Teos.
Fruto de esa unión nació un hijo, que fue reconocido como heredero al trono.
Esto indudablemente sembró en el corazón de Laódice la semilla del odio y de la venganza, que materializó al cabo unos años.
Antíoco murió, según se ha establecido, envenenado por Laódice; la misma suerte corrieron Berenice y su hijo, a la sazón de sólo 4 años de edad, junto con el resto de la corte egipcia que acompañaba a Berenice.
Se dice que Laódice levantó tropas en Anatolia para esta guerra.