La batalla de Panio se libró en el año 198 a. C. entre los ejércitos seléucida y ptolemaico durante la quinta guerra siria.
Las fuerzas seléucidas estuvieron encabezadas por su propio rey, Antíoco III el Grande, mientras que las ptolemaicas por Escopas de Etolia, siendo finalmente el bando seléucida el vencedor de la batalla.
Aprovechando la inestabilidad que gobernaba la corte de Alejandría, el rey seléucida Antíoco III preparó una invasión del dominio ptolemaico de Celesiria,[1] que se encontraba en manos de los Ptolomeos desde el 241 a. C., cuando se le habían sido arrebatados a su padre, Seleuco II Calinico.
Decidido a recobrar aquel territorio, Antíoco se alió con Filipo V de Macedonia[1] y después declaró la que sería conocida como quinta guerra siria.
El equipo específico utilizado por estos relativamente tempranos catafractos no está claramente conocido.