Su cima más alta es el Comaloformo (3030 metros de altitud), en el macizo del Besiberri.
En la división comarcal establecida por la Generalidad de Cataluña en 1936 fue incluida en la comarca del Pallars Jussá.
Finalmente, la comarca de Alta Ribagorza fue creada con la nueva división comarcal establecida en 1987.
Su cima más alta es el Comaloforno, de 3030 m s. n. m., en el macizo del Besiberri.
La Alta Ribagorza es una comarca de montaña, donde no hay ninguna planicie ni valle amplio.
Excepto el sector más meridional, toda la comarca se incluye dentro del Pirineo Axial.
En las vertientes superiores se conserva la impronta glaciar, con lagos y valles en forma de U.
El sector donde convergen las cuatro comarcas (Valle de Arán, Pallars Sobirá, Pallars Jussá y Alta Ribagorza) es donde la morfología glaciar toma más importancia de toda Cataluña.
Los heleros bajaron con fuerza por los valles, aunque las dos principales no llegaron a confluir.
Se entra ya en el Prepirineo, donde un primer nivel de materiales bastante blandos (gres, arcilla) hace que el relieve actual sea más bajo, y con vertientes menos abruptas.
Más hacia el norte y subiendo las vertientes, el clima cambia mucho a causa de la altitud.
Los inviernos son largos y fríos, con medias muy bajas a causa de las frecuentes inversiones térmicas.
Las diferencias de altitud no son suficientes para explicar las variaciones en las precipitaciones.
En Aragón no existe ninguna comarca con este nombre, pero sí con el de Ribagorza.
Sin embargo, se da una tercera versión que no es de carácter político aragonés o catalán, sino basado en las costumbres de la comarca, en la historia y en los vínculos socioculturales entre sus poblaciones.
En las tierras inferiores el bosque natural estaría constituido básicamente por el roble pubescente.
Por debajo de esta cota el este ya es frecuente debido a las numerosas repoblaciones que han realizado y por haber sido favorecido por el ser humano a lo largo de mucho tiempo.
A partir de esta cota el frío dificulta su crecimiento, dejando sitio por tanto al pino negro.
En torno a esta altitud suele haber bosques de abetos en los sitios más frescos.
Con esta creación se recuperó una comarca que ya había sido creada en 1939, en la efímera división comarcal realizada por la Generalidad republicana poco antes de acabar la Guerra Civil, y que siempre había sido considerada como tal en los ámbitos académicos y científicos, a pesar de que los estamentos políticos la ignoraran.
Castellars, Erillcastell, Erta, Esperan, Massivert, Montiberri, Peranera y Raons se integraron en el término municipal de Malpás.
Cellers, Marquet, Ventolá se integraron en el término municipal del Pont de Suert.
Escarlà, Espills, Esplugafreda, Orrit y Tercui se integraron en el término municipal de Sapeira.
Bohí, Cardet, Coll y Erill la Vall se integraron en el término municipal de Barruera.
Entre 1965 y 1973 se produjo una nueva reducción de municipios, con unas modificaciones que afectaron también a la comarca vecina del Pallars Jussá.
Desde siempre ha sido un lugar poco poblado, debido en parte a tratarse de un territorio montañoso.
Durante el siglo XVIII aumentó mucho la población, que casi se dobló en la mayoría de los municipios.
Los datos disponibles después del censo de 1860 muestran un despoblamiento continuado, como también sucedió en las comarcas vecinas.
En el Pallars Jussá ocurrió antes, desde la década de 1920, pero no se notó tanto en el conjunto comarcal al ser una comarca mayor y más poblada.
Los cultivos predominantes han sido los cereales (cebada, centeno, trigo), las legumbres y las patatas.