Según Manuel Benito Moliner el topónimo procede de las palabras latinas valls, valles y eremus, yermo.
[9] Mascaray Sin afirma algo parecido a la teoría de Mascaray, proviene del vasco ler-pe y ler-be que significa "el valle debajo de los pinos" y que su raíz ler o leer proviene del vasco antiguo.
[9] Durante la Edad Media se utilizaron variaciones del topónimo como Lirb, Lerb, Lirp y Lierb.
Durante la Edad Media se utilizaron variaciones del topónimo como Lirb, Lerb, Lirp y Lierb.
[11] Sobre esta modalidad lingüística, José María Ariño Castel publicó en 1999 el libro La Bal de Lierp.