El pueblo se encuentra situado en la cima de una montaña y muy cerca del río Bellera.
En el mismo lugar existe una pendiente de piedra sobre el abismo, llamada El Lliscador del Diable.
Unía el cenobio con el pueblo de La Bastida, situado al otro lado del profundo barranco.
En el área se han instalado también diversas industrias dedicadas a la transformación de la leche.
Actualmente se han establecido varias casas de turismo rural en diferentes núcleos del municipio.