Desde este lugar sale hacia el norte la pista que comienza siguiendo el valle del río de Mañanet aguas arriba, pero trepando cada vez más decididamente hacia el noroeste.
Mientras tuvo suficiente habitantes, Benés conservó vivas algunas tradiciones ancestrales, como la de guardar una rebanada de pan cortada la noche de Santa Coloma, convencidos de que aquel pan llevaba felicidad, salud y prosperidad (si el pan se enmohecía, mala señal).
Finalmente, la mañana del domingo de Pascua era toda una fiesta, para los chicos de Benés: iban casa por casa, donde les daban huevos y tocino, con lo cual hacían una buena comida, aquel día.
Pascual Madoz incluye Benés en su Diccionario geográfico ... de 1845.
Finalmente, en 1972 se le agregó en Sarroca de Bellera, del Pallars Jussá.