Sahún

Antes eran los jóvenes solteros del pueblo los que subían por el camino de la montaña hasta la "arena", un poco más abajo del "Fort de calsina", antiguo horno de cal, y el último casado encendía la hoguera que habían preparado durante todo el día.En ella iban prendiendo "les falles" que bajaban corriendo hasta la plaza donde esperaban los materiales para encender la gran hoguera del pueblo.Repetían así, seguramente sin saberlo, el viejo mito de Prometeo robando el fuego a los dioses del Olimpo y entrgándolo a los seres humanos.Por todo el camino que viene de San Pedro Mártir, por la ladera de la montaña, podía verse esa sorprendente "procesión" de enormes antorchas que los mozos bajaban lo más rápido que podían para llegar los primeros a la plaza.Además, el sonido del fuego girando en el aire completa un espectáculo misterioso e inolvidable que nos retrotrae a la noche de los tiempos.