Alfonso de Braganza, conde de Ourém y marqués de Valença

Recitó la oración de sumisión el doctor Vasco Fernandes de Lucena en presencia del Sumo Pontífice, y del Colégio Cardinalício, siendo universalmente aplaudida por las elegantes expresiones con que declaraba la profunda sumisión del príncipe al verdadero sucesor de San Pedro, cuya barca fluctuaba en aquel tiempo con un abominable cisma.» «Concluido el concilio partió de Florencia Alfonso y, movido de la suma piedad de que era honrado, fue a visitar los Lugares de Palestina, que el Redentor del mundo santificara con su Sangre, donde se restituyo al Reino.» Dejó otra vez Portugal para acompañar a su prima la infanta Leonor, cuando se fue a casar con el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico III de Habsburgo, partiendo de Lisboa el 20 de octubre de 1451 como general de la armada que la condujo a Livorno.De allí fueron para Siena y Roma, y llegando a Roma la infanta fue coronada, con su esposo, por Nicolás V.El emperador lo armó caballero, «cuya honra para ser más estimable hace compañero a su hermano Alberto de Habsburgo, archiduque de Austria».A partir de allí, todo hará para asperar las relaciones entre el regente y el rey, envolviéndose en intrigas palaciegas que conducirán a Alfonso V de Portugal, en 1448, a dispensar el apoyo del infante Pedro y, en el año siguiente y al fatídico encuentro de Alfarrobeira, en las proximidades de Alverca.Fue gran impulsor del desenvolvimiento de Ourém, sede de su domínio nobiliario, en al siglo XV, habiendo introducido mejorías significativas en el castillo de la villa, construyendo los torreones que constituíran la residencia del conde anexos a la fortificación medieval, creando así dos edificios distintos que lleva a la población de Ourém a denominarlas como "Os Castelos" (Los Castillos).