[2] Entre las piezas más populares puede destacarse la jarra para txacolí y las aguabenditeras.
[5] De entre sus piezas más características: los jarros de vino (pitxarra) y los tarros para requesón (koipe-eta),[12] asociados en otras fuentes a la quesera o la herrada para la cuajada ("mamilla").
Su última actividad se registra antes de la construcción en 1957 del pantano que anegó la zona.
Fueron famosos, por su tamaño y capacidad (nueve pisos para unas 80.000 piezas), los hornos de la familia Aguirrebeitía.
[17] Por su parte, la historiadora Natacha Seseña, además de su mencionado estudio sobre la familia Boie, recoge el dato característico de la decoración con flores azules en la loza fabricada en Vitoria hasta finales del siglo XIX.