Aldo Silvani

Nacido en Turín, Italia, debutó en el escenario en 1914 con la compañía del Grand Guignol, dedicándose después al teatro de arte y, seguidamente, a la comedia.

Su actividad sobre los escenarios se prolongaría en décadas sucesivas, con piezas como Veglia d'armi (1956), de Diego Fabbri.

También tuvo una intensa actividad televisiva, dando a conocer a un gran público su capacidad dramática actuando en producciones como L'alfiere (1956) y Il romanzo di un giovane povero (1957, con una adaptación cinematográfica al año siguiente).

Le dio una gran popularidad su papel de ingeniero Pietro Ribera en Piccolo mondo antico (1957).

En la década de 1960 se multiplicaron sus participaciones en grandes producciones: interpretó a significativos personajes como Muller en Il caso Maurizius (1961), Felice Grandet en Papà Grandet (1963), Pliuskin en Almas muertas (1963), Ezechiele Annobon en Il mulino del Po (1963) y monseñor Benvenuto en I miserabili (1964).