Diáguilev nació en Sélischi (gobernación de Nóvgorod), Rusia, en una familia acaudalada y estudió leyes en la universidad.
[2] En el futuro la compañía aglutinaría a figuras como George Balanchine, Tamara Karsávina, Olga Jojlova, Bronislava Nijinska y Vaslav Nijinsky entre otros.
El director artístico de los Ballets Rusos fue Léon Bakst, que trabajaba en conexión con Diáguilev desde 1898, cuando el empresario y Alexandre Benois fundaron el grupo avant-garde Mir iskusstva.
El encanto exótico de los Ballets Rusos tuvo efecto en los pintores fauvistas y el recién nacido estilo art déco.
Durante sus últimos años los Ballets Rusos fueron considerados frecuentemente como algo demasiado intelectual, estilizado, y en pocas ocasiones lograron el mismo éxito que en sus primeras representaciones.
Tuvo relaciones (a menudo tempestuosas) con Serge Lifar, Leonid Miasin, Antón Dolin, Borís Kojnó o Vaslav Nijinsky (esta última fue la más conocida).