Su padre era el arquitecto Nicolas Benois, y su madre Camilla Cavos, de familia italiana.
[5] En 1905, Benois llevó a cabo su primera gran escenografía para un ballet, Sylvia de Delibes en el Teatro Mariinski.
[9] El reencuentro con los Ballets Rusos y con Diáguilev fue una decepción para Benois que se encontró con un ambiente artístico completamente diferente al que él había vivido y vio a su viejo amigo rodeado de colaboradores nuevos, entre ellos Borís Kojnó como libretista, Bronislava Nijinska como coreógrafa titular, Picasso, Marie Laurencin o Braque como escenógrafos.
Para Diáguilev Benois se había quedado anticuado y lejos del arte experimental moderno.
[10] Aún le encargó unos decorados para un ballet helenista Philémon et Baucis que no se llegó a hacer.
Entre sus últimas creaciones cabe citar, ya en 1949, los decorados y figurines para Le Moulin enchanté (mús.