Grand Ballet du Marquis de Cuevas

Su creador fue el mecenas norteamericano de origen chileno George de Cuevas que intentó emular el esplendor de los Ballets Rusos de Diáguilev reuniendo en su compañía a los mejores coreógrafos, bailarines, escenógrafos y músicos del momento, y creando un repertorio clásico enriquecido con creaciones modernas.

[2]​ La compañía, centrada en Cannes, tenía un carácter itinerante y hacía giras por todo el mundo.

Alcanzó su momento de apogeo en la segunda parte de los años 50, época en la que contaba en su elenco con estrellas internacionales como Rosella Hightower, Marjorie Tallchief, George Skibine, Serge Golovine, Genia Melikova, Vladimir Skouratoff, Ana Ricarda o Nicolas Polajenko, y presentaba artistas invitados de la talla de Nina Vyroubova, Erik Bruhn o Alicia Markova.

Las tendencias coreográficas modernas estaban representadas por ballets de George Balanchine (Concerto Barocco, La somnambule), David Lichine (Le moulin enchanté) o Léonide Massine (Le beau Danube) y de coreógrafos nuevos como Janine Charrat (Diagramme), John Taras (Tarasiana, Piège de lumière) y William Dollar (Constantia).

Raimundo de Larrain que asumió la dirección de la compañía volvió a presentar La bella durmiente en París en junio de 1961 con Nina Vyroubova, Serge Golovine y Rudolf Nuréyev como trio estelar.