En 1906 se mudó a París, donde entró en contacto con prominentes artistas, como Pablo Picasso y Constantin Brâncuşi.
Durante su vida tuvo poco éxito, vivió en la pobreza y no fue sino posteriormente cuando su obra fue apreciada, logrando sus trabajos un alto precio.
Se trataba de una ciudad portuaria que servía como refugio a aquellos perseguidos por su religión y contaba con una amplia comunidad judía.
Sus ancestros fueron expertos en los textos sagrados judíos y fundaron una escuela de estudio del Talmud.
La historia familiar, rastreada por Eugénie en sus propios escritos, ayudan a corregir los rumores ocasionalmente mantenidos por el propio Amedeo, según los cuales su padre descendía de una línea de banqueros ricos y su madre del filósofo Baruch Spinoza, lo cual es falso.
Por entonces, sus antepasados adquirieron en Cerdeña un dominio forestal, agrícola y minero que en 1862 cubría 60.000 hectáreas en el noroeste de Cagliari.
Flaminio, el padre de Amedeo, trabaja ese enorme terreno con sus dos hermanos y vive allí la mayor parte del tiempo mientras administra una sucursal en Livorno.
El padre de Amedeo, Flaminio, está enfrascado siempre en su negocio, que se derrumba poco a poco y ya no es suficiente para hacer frente a los gastos de un hogar tan grande: en 1884, justo el año que nace Amedeo Modigliani, se produjo la bancarrota.
Esa pequeña fortuna les sirvió para instalarse en una casa más modesta y tratar de comenzar una nueva vida.
Eugénie, que abandona la casa familiar de su marido, abrió una escuela de lenguas para señoritas, a la vez que se dedicaba a escribir cuentos y artículos literarios para algunos periódicos y hacía traducciones del italiano al francés o viceversa.
En el Bateau-Lavoir, un falansterio para proletarios de Montmartre, conoce a Max Jacob, Van Dongen, Picasso, Guillaume Apollinaire, Diego Rivera, Chaïm Soutine, Celso Lagar, Vicente Huidobro y otros personajes célebres.
Influido en principio por Toulouse-Lautrec, Amedeo encuentra sobre todo inspiración en Paul Cézanne, el cubismo y la época azul de Picasso.
También es evidente la influencia que ejercen sobre él Gustav Klimt y las estampas del japonés Utamaro.
Cuando está bajo los efectos del alcohol, es triste y violento, como muestra el dibujo de Maria Vassilieff.
Su meningitis tuberculosa había empeorado considerablemente desde noviembre, lo que no le impidió seguir deambulando por las calles, de noche, borracho y pendenciero.
Jeanne, al final de su nuevo embarazo, está a su lado, mientras continúa dibujando como si ya todo fuera irremediable y no hubiera ninguna solución ni remedio.
Constantemente vigilada tras la muerte de Modigliani, Jeanne Hebutérne, esperando el entierro, duerme en un hotel y luego medita durante mucho tiempo junto al cuerpo del artista.
De vuelta con sus padres, a la rue Amyot, durante la noche se encarga de cuidarla su hermano, pero al amanecer, mientras éste dormitaba, ella aprovecha para arrojarse por la ventana del 5° piso a la calle, suicidándose y matando también al hijo que llevaba en su vientre.