Jeanne Hébuterne

Singularmente hermosa, Jeanne conoció la comunidad artística de Montparnasse gracias a su hermano André Hébuterne, entonces pintor en ciernes.

Trabó relación con algunos de los artistas bohemios del barrio y posó para Tsuguharu Foujita.

Era un hombre cultivado, apasionado de la literatura del siglo XVII, convertido al catolicismo y de costumbres austeras, por lo que no vio con buenos ojos su relación con el pintor judío al que consideraba un depravado.

En palabras del escritor Charles-Albert Cingria, Jeanne era una joven amable, tímida, tranquila y delicada, y se convirtió en el tema principal de la pintura de Modigliani.

Permaneció en la institución hasta la muerte de Hébuterne, momento en el que Margherita Modigliani, hermana de Amedeo, que vivía en Florencia, acogió a la pequeña Jeanne y la crio.