Meningitis tuberculosa

Es una afección grave que puede dejar como secuela déficits neurológicos permanentes.

[1]​ Está provocada por la colonización de las meninges por el mycobacteryum tuberculosis, el cual se disemina a través de la sangre (diseminación hematógena), procedente de otro foco situado por lo general en el pulmón o la región gastrointestinal.

En ocasiones la diseminación es por proximidad, por ejemplo a partir de un foco de tuberculosis ósea situado en la columna vertebral.

El diagnóstico de meningitis tuberculosa puede sospecharlo el médico por la sintomatología del paciente.

El diagnóstico de certeza se realiza mediante estudios especiales, entre los que se incluyenː Muchas de las complicaciones consisten en secuelas derivadas de la afectación del sistema nervioso central, algunas de las más frecuentes son hidrocefalia y convulsiones.