En el rostro de Antonia, solamente la boca conserva un carácter naturalista.
El modelado de las mejillas es estilizado y subraya el dibujo del rostro más que sugiere el volumen.
Los ojos sin pupila se reducen a dos pequeños óvalos, mientras que el contorno redondeado de la cara, el cuello, la nariz, la oreja y el cabello son tratados a la manera cubista.
[1] El vestido oscuro y con una joya que adorna el escote en uve evoca la cortina negra del fondo a la izquierda.
La ventana no proporciona ninguna luz, pero la pintura es animada por sus líneas, las cuales contrastan con los rasgos curvilíneos de la cara y del cuello, y con la línea perpendicular de los brazos cruzados.