ARA Veinticinco de Mayo (V-2)

Durante veinte años, sobre la cubierta del Doorman, se realizaron 8668 aterrizajes y más de 8300 catapultajes.

Entró en la base al día siguiente incorporándose así oficialmente a la Flota de Mar.

[3]​ Para lograr esto, el Comando de la Aviación Naval formó tres grupos aeronavales, el Costero, el Insular y el Embarcado.

La fuerza atacó las defensas isleñas, que tras un combate se rindieron por orden del gobernador Rex Hunt.

Hubo solo una baja argentina y ninguna británica o malvinense (Las tropas argentinas que tomaron la casa del gobernador tenían la orden de no provocar bajas inglesas a fin de que el Reino Unido no esgrimiera legítima defensa.

[11]​ Este buque, sufría los inconvenientes propios del paso de los años, y dificultades para su mantenimiento.

En tanto que sus aviones embarcados, A-4Q Skyhawk, S-2 Tracker y helicópteros, sufrían inconvenientes en el mantenimiento, debido al embargo de armas estadounidense.

A pesar de esto, el portaaviones constituía la amenaza más importante para la flota británica.

[12]​ El 14 de abril el submarino nuclear británico HMS Splendid (S106) se encontraba en posición entre las islas y el continente.

Se le ordenó avanzar hacia el norte en busca del Veinticinco de Mayo.

Dos días después, el submarino británico halló a los destructores Hércules y Santísima Trinidad —escoltas del portaaviones— navegando por el litoral argentino hacia el sur.

Se le ordenó abandonar el contacto y buscar al portaaviones hacia el norte.

El Grupo de Tareas del portaaviones argentino se preparaba para efectuar un ataque sobre la fuerza inglesa.

Intentó lanzar seis aviones A-4Q armados con cuatro bombas Mark 82 de 250 kg cada uno.

[16]​ No pudo realizarlo debido a la falta de viento favorable para despegar.

[15]​ El submarino nuclear HMS Conqueror (S48), que estaba persiguiendo al crucero, lo atacó con tres torpedos, dos acertaron, provocando sus hundimiento y la muerte de 323 tripulantes.

[17]​ El tercer torpedo causó daños menores a uno de los escoltas del crucero, el destructor ARA Bouchard (D-26).

En reconocimiento por su actuación en la contienda recibió la condecoración «Operaciones de Combate», por Resolución COAR N.º 08/83.

La crisis económica desatada en el primer semestre de 1989 pulverizó el presupuesto asignado, y la actualización fue abandonada.

En su primeras singladuras embarcó a los aviones Grumman S-2 Tracker (antisubmarinos - ASW) y North American Aviation T-28P (Trojan/Fennec) (navalizados para operaciones de ataque), mientras que los helicópteros Sikorsky S-58 cubrían las operaciones de rescate, enlace, y colaboraban en la guerra antisubmarina, función que más tarde fuera cubierta por los Sud Aviation Alouette III.

En 1978 se incorporaron seis Grumman S-2E Tracker, también para operaciones antisubmarinas, modificando los anteriores sobrevivientes para tareas de enlace y logísticas.

El Karel Doorman en 1950.
ARA Veinticinco de Mayo , durante los años 1978-1980.