Los alternadores están creados, siguiendo el principio de que en un conductor sometido a un campo magnético variable, durante un determinado tiempo se va a inducir una tensión eléctrica o fuerza electromotriz, cuya polaridad depende del sentido del campo y el valor del flujo que lo atraviesa (ley de Faraday).
En el mundo se utilizan alternadores con una frecuencia de 50 Hz (Europa) o 60 Hz (Brasil, Uganda, Estados Unidos), es decir, que cambia su polaridad 100 o 120 veces por segundo.
Si el alternador, se utiliza para suministrar energía a la red, su velocidad de rotación se mantiene constante y por lo tanto la frecuencia f de la red.
Para tener una idea más completa de lo que son los inductores, diremos que básicamente están formados por un metal ferromagnético sobre el que se dispone un devanado, generalmente de alambre de cobre esmaltado para producir un campo magnético, o un imán fijo en los más elementales.
Si la fuerza electromotriz inducida en una espira es igual a ε, la fuerza electromotriz total (εTOT) es igual a: siendo n el número total de espiras del inducido.