Henry James

Fue hermano menor del psicólogo y filósofo William James, fundador de la escuela funcionalista.

Pasó mucho tiempo en Europa occidental, donde vivió en París y luego en Londres, aunque después se mudó a Lamb House.

Se nacionalizó británico en 1915, en protesta por la no-intervención de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, en favor de la Triple Entente –formada por Reino Unido, Francia y el Imperio ruso–, pero murió al año siguiente, en 1916 y al año siguiente de su muerte, Estados Unidos se unió a la Entente en contra del Imperio alemán y sus aliados.

James no conseguía demasiado dinero de sus libros; sin embargo, se codeaba con las clases ricas.

Sus obras se han adaptado al cine muchas veces por directores tales como William Wyler (La heredera, adaptación de la novela Washington Square), Jack Clayton (Suspense) y James Ivory (Las bostonianas, La copa dorada).

Este contraste entre la inocencia y la experiencia corruptora se muestra en obras como Roderick Hudson o El americano.

James escribió muchos artículos críticos sobre otros novelistas; es clásico su voluminoso y pormenorizado estudio acerca de su predecesor estadounidense Nathaniel Hawthorne.

Entre sus corresponsales se pueden encontrar grandes autores coetáneos como Robert Louis Stevenson y Joseph Conrad, junto con muchos otros amigos de su esfera íntima.

Las cartas oscilan desde "meras tonterías" (en sus propias palabras) hasta discusiones sobre asuntos artísticos, sociales y personales.

La reputación entre los críticos de James cayó hasta su punto más bajo durante las décadas posteriores a su muerte.

Algunos críticos estadounidenses, como Van Wyck Brooks, expresaron hostilidad hacia su larga expatriación y final naturalización como ciudadano británico.

Aunque estas críticas no han desaparecido por completo, Henry James suele ser apreciado por su profundidad psicológica, su magistral creación de situaciones y argumentos que revelan las más profundas motivaciones de sus personajes, su humor discreto aunque recurrente, y su gran dominio del lenguaje.