La raíz árabe ج ه د (J-H-D) aparece 41 veces en el Corán y de modo frecuente en la expresión idiomática الجهاد في سبيل الله (al-jihad fi sabil Allah) «esfuerzo en el camino de Dios».
[10] El intelectual suizo Tariq Ramadan asevera que "yihad nunca significa "guerra santa" con miras a "imponer" o "propagar" el Islam en todo lugar.
[11] En las sociedades occidentales, el término yihad se traduce con frecuencia por no musulmanes como "guerra santa".
[12][13] Los especialistas de los estudios islámicos suelen señalar que estas palabras no son sinónimas.
[14] Diferentes autores musulmanes, en particular, tienden a rechazar este acercamiento, acentuando las connotaciones no militares del término yihad.
[19] El Corán, no obstante, nunca utiliza el término yihad para referirse a la pelea y el combate en el nombre de Alá.
En árabe estándar moderno, yihad es uno de los términos correctos para hacer referencia a una lucha por alguna causa, ya sea violenta o no, ya sea religiosa o laica (no obstante, también se utiliza كفاح kifāḥ).
[24][25] Esta referencia dio paso a la distinción entre las dos formas de yihad, la «mayor» y la «menor».
Los disparos incentivaron las protestas y alimentaron a los revolucionarios, basados en su fuerte fe en lo que es denominado «la mejor yihad».
[36] El estudioso musulmán Mahmoud Ayoub afirma que «el objetivo de la verdadera jihad es lograr la armonía entre el islam (sumisión), iman (fe) e ihsan (vida estricta y correcta)».
[37] En tiempos modernos, el académico y profesor pakistaní Fazlur Rahman Malik ha utilizado el término para describir la lucha por establecer un «orden moral y social justo»,[38] mientras que el presidente Habib Bourguiba de Túnez lo ha utilizado para describir la lucha por el desarrollo económico de su país.
[39] En la jurisprudencia islámica clásica, cuyo desarrollo puede fecharse en los primeros siglos tras la muerte del profeta Mahoma,[40] la yihad fue la única forma de guerra permitida bajo la ley islámica, y podía consistir en guerra contra los no creyentes, apóstatas, rebeldes, ladrones de camino y personas que renunciaban a la autoridad del Islam.
[45] Esto es porque no establece explícitamente los objetivos de la guerra que los musulmanes deben llevar a cabo.
[46] En los manuales clásicos de jurisprudencia islámica, las reglas asociadas con la confrontación armada están cubiertas en gran longitud.
La violencia es la última opción, que solo debe utilizarse para proteger la religión y la propia vida en situaciones extremas de persecución.
En este sentido se puede ver la visión occidental de Grial, próximo al ideal sufí.
Los musulmanes se enfrentaron a escasa resistencia de los locales, dado que habían sufrido bajo el gobierno bizantino.
Estas explicaciones consideran casusas materiales, en oposición a las religiosas, como la causa fundamental de las conquistas.
Junto a Al Banna, el gran Muftí de Jerusalén, Haj-al Amin Al-Husseini, fue un líder musulmán enormemente influyente en su época.
[58] Esta ideología abogó por yihad árabe e islámica contra los británicos y judíos.
[61] Igualmente, los Hermanos Musulmanes sostuvieron una "guerra santa" contra Siria tras la masacre de Hama.
al-Banna culpaba a la idea occidental de separación entre religión y política del declive musulmán.
Se dice que el gobernante otomano Mehmed II habría insistido en la conquista de Constantinopla, hasta entonces bizantina y cristiana, para justificar la ghaza como obligación elemental.
Otros gobernantes otomanos posteriores aplicarían la ghaza para justificar campañas militares contra la dinastía persa safávida.
No fueron los únicos en la región en ser establecidos sobre la base de guerras ofensivas lideradas por motivos religiosos islámicos.
Algunos han proclamado la yihad, reclamando para sí el título de mahdi, como por ejemplo el sudanés Muhammad Ahmad en 1882.