Con sus 54 453 habitantes es la localidad más poblada de la región y la decimotercera ciudad del país.Los tuareg y otros viajeros confiaban a esta mujer todas sus pertenencias que no tenían uso en su viaje de regreso al norte.Así, cuando estos volvían a casa y les preguntaban dónde había dejado sus pertenencias, estos respondían que las habían dejado en Tin Buktu, esto es «el lugar donde vive Buktu».Para Abderrahmane Es Saâdi la ciudad recibe ese nombre debido a que, en sus orígenes, algún bien fue custodiado por un esclavo llamado Buctú, que significa «de Essuk» (una localidad del norte de Malí, a menudo referida por historiadores árabes como Tadmakka).[10][11] Tombuctú era el punto de entrada al desierto del Sahara en la ruta transahariana desde el sur al norte; aquí se reunían los camelleros tuareg, quienes comerciaban con la sal que traían del Mediterráneo y la intercambiaban por oro, fruta y pescado con las tribus negras que poseían dichos bienes en abundancia.La procedencia del oro con el que comerciaban estas tribus era desconocida, y sumado al hecho que no se permitía la entrada a la ciudad a los no musulmanes, originó las más diversas leyendas sobre la ciudad.Un antiguo proverbio de Malí decía: Durante el siglo XIV se construyó la muralla actual y la primera mezquita.Los habitantes estaban organizados en barriadas, donde se agrupaban, pero manteniendo activa la ciudad mediante el comercio.Este monarca, animista convencido, persiguió los musulmanes y especialmente a los círculos intelectuales de Tombuctú.[11] Su sucesor, Askia Mohamed I fue sin embargo un devoto musulmán que utilizó a los estudiantes como asesores legales sobre cuestiones éticas.[13] El dominio marroquí duró casi doscientos años, al cabo de los cuales los sultanes perdieron interés por la ciudad dado que no habían llegado a controlar las minas de oro y que resultaba demasiado caro mantener el poder nominal sobre la misma y sobre la región en general.Se convirtió así en el primer europeo en volver de Tombuctú para contarlo, aunque falleció pocos años después debido a una enfermedad contraída en África.[15] Durante los primeros días la situación fue de un enorme descontrol, incluyendo saqueos, sin saberse quién controlaba la ciudad.[18][19] El gobierno maliense, debido a su debilidad estructural, no logró acabar con los terroristas.La Unesco solicitó a la comunidad internacional que se movilizara contra estas demoliciones pero no fue posible frenar la tragedia.Se sirve por el puerto de Kabara, situado doce kilómetros al este.En estas condiciones la vegetación que existe es mínima y los cultivos son imposibles sin riego.Alberga los principales servicios públicos y también es la sede de ONG que trabajan en la zona.También se comercia con los textiles, el cuero y varios objetos de artesanía tuareg.Un canal, que había desaparecido debido a sedimentación, conectaba la ciudad directamente al río Níger.[13] La mayor parte del área de la ciudad está dedicada a mercados y espacios públicos.
Puertas de la Universidad islámica de Sankore.
Tombuctú visto desde la distancia por
Heinrich Barth
, el 7 de septiembre de 1853.
Tombuctú, según el libro
Heinrich Barth, viajes y descubrimientos
, de 1858.