La cinta blanca (título original alemán Das weiße Band - Eine deutsche Kindergeschichte, trad.
Un cuento infantil alemán, en inglés The White Ribbon), también conocida en el mundo germanohablante simplemente como Das weiße Band,[1] es una película dramática de 2009, escrita y dirigida por el realizador austríaco Michael Haneke.
Instruye a sus hijos para que lleven cintas blancas como símbolo de inocencia.
Un recién nacido cae enfermo cuando dejan abierta la ventana de su cuarto en pleno invierno.
La partera y la propia hija del médico viudo deben prestarles servicios sexuales.
El párroco solo desea dejar las cosas como están y no pone en duda sus procedimientos pedagógicos, ni aun al darse cuenta de que sus hijos violentan a hombres y animales.
Al confrontar a los hijos de párroco con la sospecha del maestro, lo niegan todo.
El párroco se enfurece, amenazando al profesor con graves consecuencias en caso de que repitiera las acusaciones.
El estallido de la Primera Guerra Mundial acaba por dar mil vueltas a los acontecimientos anteriores.
2 Con el sugestivo subtítulo "Una historia alemana para niños" La Cinta Blanca plantea un turbador y ascético análisis sobre la represiva ambigüedad moral alemana de principios del siglo XX que gestará las dos grandes guerras mundiales y el nazismo.
Al principio, la Austrian Film Commission (AFC) se disgustó porque los alemanes habían presentado primero la película, que era "austriaca" en sus "funciones esenciales", pero la decisión fue aceptada.
[15] La película, que se estrenó en los cines en blanco y negro, se rodó originalmente en película en color, Según Berger, las cámaras digitales tenían muy poca exposición para el fuerte contraste de las tomas interiores nocturnas iluminadas con lámparas de petróleo y, debido a acuerdos con las empresas de televisión cofinanciadoras, la película tuvo que rodarse en color, como estaba previsto originalmente.
[16] Al escribir el guion, que fue llevado al cine con la ayuda de Jean-Claude Carrière,[16] Haneke ya pensó en quiénes podrían interpretar algunos papeles: por ejemplo, Susanne Lothar como partera o Ulrich Mühe como pastor.
Birgit Minichmayr tuvo el papel orador más corto de su carrera con solo una frase, y Branko Samarovski, que interpreta a un granjero, fue doblado para la versión final.
Daniel Andreas para FilmAffinity tiene una valoración neutra indicando que "la gravedad del tema y el apabullante acabado formal –soberbia puesta en escena, magnífico casting, deslumbrante fotografía, rigurosa dirección, espléndido montaje- han granjeado a La cinta blanca el calificativo casi general de “obra maestra”.
[34] En su reseña para el Standard austriaco, Dominik Kamalzadeh afirma que Michael Haneke dirige “con gran severidad; encuentra imágenes en las que los personajes actúan como si estuvieran detrás de un cristal, a menudo en un silencio fantasmal.
[36] Tobias Kniebe (Süddeutsche Zeitung) criticó lo mismo, esperando que las “muchas miniaturas malvadas” se “condensaran en un tema convincente”.
[37] Hanns-Georg Rodek, del mundo, también ve deficiencias, pero “el pensamiento autoritario como explicación de la Primera (y Segunda) Guerra Mundial (...) rara vez se ha visto desglosado en las unidades más pequeñas de la aldea y la comunidad familiar.
[41] El Corriere della Sera de Milán ya había incluido la película entre las favoritas al premio.
“ [42] El periódico sueco Sydsvenskan describe la película como una “obra de arte diabólica”.
Es “difícil encontrar una película que sea tan consistente y unificada como ésta.
[43] Svenska Dagbladet considera que la película está “fantásticamente bien interpretada, increíblemente hermosa y vertiginosamente espantosa al mismo tiempo.
Haneke logra contar “una historia complicada que es a la vez simple y profunda”.
[44] El periódico danés Politics ve la película como un “regreso a las raíces de Haneke en la lengua y la tradición cultural alemanas.