Película en color

Algunos cines incluso ya se especializaron en programas “a todo color”, como por ejemplo el cinematógrafo Martí de Barcelona.

[1]​ Consecuentemente, este fue un sistema usado solo los primeros años del cine, hasta el 1906,[2]​ puesto que con el aumento del metraje se relegó el uso a detalles y se empezó a utilizar un sistema de recorte de plantillas manual o mecanizado.

[2]​ El procedimiento consistía, primero, en recortar a mano los detalles elegidos para pintar en diferentes matrices de celuloide sobre copias positivas; normalmente seis plantillas, una para cada color.

Después, se sumergían en un baño desgelatinador y resultaban unas películas transparentes recortadas por cada color, las matrices.

[2]​ Otros filmes coloreados con Cinemacoloris fueron El iris fantastique (1911), Pouce (1911), Burgos (1911) y Superstition andalouse (1912).

El tintaje se ejecutaba por imbibición del filme positivo en blanco y negro dentro de cubetas con una disolución de agua, ácido acético y colorantes ácidos que producían una reacción química en la película, todo llevado a cabo en un laboratorio.

Cuando la película era lavada y secada, las partes transparentes absorbían el color de la imbibición, mientras que las negras mantenían su oscuridad.

[2]​ Por otro lado, el viraje, a pesar de asemejarse el proceso del teñido, diferían por el efecto contrario que producía en la película.

[1]​ Así, a partir de estos métodos se desarrollaron y patentar nuevos sistemas mecanizados.

Así es como este procedimiento permitía recrear el color real de los elementos y personas filmadas a 32 imágenes por segundo.

La primera película al utilizar este sistema fue Joan The Woman (1916), de Cecil B.

Esta teoría, ya aplicada en técnicas de proyección de fotografías durante el siglo XIX, como las del físico J. C. Maxwell, fue llevada a cabo en el cine por primera vez por el fotógrafo William Friese-Greene en Inglaterra, durante la última década del siglo XIX.

Esta técnica fue el primer sistema de coloración que se patentó y comercializó.

[2]​ Consecuentemente, a Francia, el industrial León Gaumont presentó la nueva competencia del Kinemacolor, el Chronochrome (1913).

[2]​ Aun así, tanto el Kinemacolor como el Chronochrome presentaban grandes desventajas y complicaciones técnicas que dificultaron la generalización de su uso.

[2]​ Esta búsqueda se materializó por primera vez con el sistema Dufaycolor (1908), inventado por el francés Louis Dufay.

Inicialmente, este sistema se aplicó en la proyección de fotografías estáticas, ámbito en el cual fracasa.

[3]​ De entre las obras filmadas con Dufaycolor, destacan el documental The Coronation of Their Majesties King George VI and Queen Elizabeth (1937)[9]​ y el film experimental A Colour Box (1935), de Len Lye.

[2]​ El primer sistema de coloración sustractiva aplicada al cine por primera vez es el Cinecolorgraph (1912).

Este otro sistema, a diferencia del Cinecolorgraph, permitía filmar con cualquier cámara con una película especial preparada.

Su gran problema fue que, al tratarse de una película directamente positiva para revelar, la capacidad de copiar la película original, los negativos, con la cual se había filmado era imposible y, por lo tanto, no se podían comercializar las copias.

[13]​ Otros sistemas sustractivos bicromáticos fueron: Polychromide (1918), Prizma Color (1919), Multicolor (1928), Ufacolor (1930), Cinecolor (1932), etc.[2]​ Aun así, la auténtica técnica que revolucionó la coloración en el cine y se consideró la primera capaz de reproducir el espectro cromático en toda su totalidad fue el primer sistema sustractivo tricromático, el Technicolor (1932), creado por la empresa homónima, fundada por Herbert Kalmus el 1916.

Teniendo como precedente otros técnicas bicromáticas usadas durante los años 1920, no es hasta inicios de los años 1930 que el sistema sustractivo es perfeccionado hasta el punto de poder aplicar los tres colores primarios sustractivos: cian, magenta y amarillo.

[2]​ Esta nueva técnica se basaba en la creación de una cámara filmadora capaz de captar los tres colores sustractivos primarios, que podían ser imprimidos en la película y después copiada en serie para ser reproducida en cualquier proyector.

[2]​ Incluso se llegó a aplicar en Europa, con éxitos comerciales ingleses como Las cuatro plumas (1939) y El ladrón de Bagdad (1940).

Es por estos altos costes y la crisis económica de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) que la mayoría de directores, tanto europeos como norteamericanos, siguieron rodando en blanco y negro, convirtiéndose el Technicolor en un método exclusivo para grandes producciones.

Fotograma de una película de prueba de Raymond Turner (1902)
Fotograma pintado a mano de Le Voyage dans la lune (1902) de Méliès
Fotograma de un filme procesado con Pathécolor
Fotograma coloreado con Kinemacolor de Un rêve en coleur de George Albert Smith
Mosaico coloreado de la película de Dufaycolor
Fotografía de Londres (1949) hecho con película Kodachrome
Fotograma de El Mago de Oz (1939), filmada con Technicolor , donde aparecen Judy Garland , Ray Bolger , Jack Haley and Bert Lahr .
Fotograma de Vertigo (1958), filmada con Technicolor