Importantes cantidades de pesada ceniza volcánica cayeron tan lejos como Borneo, Célebes, Java y las islas Molucas.
Se cree que la cifra frecuentemente citada de 92 000 fallecidos es probablemente sobrestimada.
[7] La erupción provocó anomalías climáticas globales, incluso un fenómeno conocido como «invierno volcánico»: 1816 se conoció como el «año sin verano» debido a los efectos de la erupción sobre el clima de Europa y América del Norte.
En el lugar, conocido como «Pompeya del Este», los artefactos se conservaron en las posiciones que habían ocupado en 1815.
[10] El Tambora no sólo es de interés para sismólogos y vulcanólogos que monitorean la actividad del volcán, sino es también un área donde se llevan a cabo estudios científicos por arqueólogos y biólogos.
[9] La chimenea central frecuentemente emitió lava que caía por una pendiente pronunciada.
En la parte superior, la lava es intercalada con escoria, tobas, y material piroclástico.
Esta erupción (IEV–2) creó el cono satélite Doro Api Toi dentro de la caldera.
[9] En 1812, la caldera comenzó a retumbar y generó una nube de humo oscuro.
Los flujos piroclásticos se extendieron sobre al menos 20 km de la cumbre.
La miseria extrema en que se han reducido los habitantes es chocante para la vista.
... Desde la erupción, una violenta diarrea, prevaleció en Bima, Dompo y Sang'ir, la cual ha llevado a un gran número de personas.
Se supone entre los nativos que ha sido causado por el agua potable que se ha impregnado de ceniza; y los caballos han muerto también, en gran número, con una queja similar.
[3] Los vientos longitudinales propagaron estas partículas finas por el mundo, creando fenómenos ópticos.
Zollinger (1855) estima el número de muertes directas en 10 000, probablemente causada por los flujos piroclásticos.
(1998) afirmaron que las cifras de Petroeschevsky son infundadas y basadas en referencias no localizables.
[7] Oppenheimer (2003) llegó a un número modificado de al menos 71.000 muertes en total, como se puede ver en la tabla I.
[5] Adicionalmente, esta erupción tuvo como causa directa un cambio en el clima de todo el hemisferio norte, que se tornó drásticamente más frío.
En este contexto de necesidad y superstición brota la corriente artística del Romanticismo.
[26] La erupción de 1815 lanzó azufre en la estratosfera, provocando anomalías climáticas mundiales.
Las temperaturas medias globales disminuyeron aproximadamente 0,4-0,7 °C,[3] lo suficiente para causar problemas agrícolas importantes en el mundo.
[5] Estas condiciones se produjeron durante al menos tres meses y arruinaron la mayor parte de los cultivos agrícolas en América del Norte.
Las temperaturas bajas y lluvias torrenciales provocaron malas cosechas en el Reino Unido.
La crisis fue grave en Alemania, y los precios de los alimentos aumentaron considerablemente.
Un equipo de científicos liderado por el botánico suizo Heinrich Zollinger llegó a Sumbawa en 1847.
En 1933 la selva fue explorada por un equipo neerlandés, dirigido por Koster y de Voogd.
[31] De acuerdo con sus informes, comenzaron su viaje en un «terreno bastante árido, seco y caliente», y luego entraron en una «selva poderosa» con «enormes, majestuosos gigantes del bosque».
[32] Una empresa maderera comercial está operando en la zona desde 1972, y forma una grave amenaza para la selva tropical.
Por lo tanto la actividad volcánica en Indonesia, incluido la del Tambora, se vigila continuamente.
Esta zona, que incluye la caldera y sus alrededores, cubre un área de 58,7 km².