Sucesos de La Villa de Don Fadrique

Se crearon expectativas en torno a una reforma agraria que venían demandando los sindicatos y los obreros del campo desde mucho tiempo atrás.De esta manera, la ventaja inicial con la que contaba la República se vio reducida y tuvo que convivir con dos enemistades: los decepcionados por no ver cumplidas sus expectativas y los contrarios a las reformas porque vieron peligrar su posición en la sociedad.En 1932, el pequeño pueblo contaba con algo más de 5.000 vecinos, y la principal riqueza venía del campo.Por tanto, el ambiente que se respiraba era bastante tenso y afectó a toda su pequeña población.Ya un mes antes de la revuelta, se vislumbraban tensiones entre trabajadores y contratistas.Desde 1931, el conflicto por la siega había representado en los territorios cercanos, y, por supuesto, en la villa en cuestión, un problema de fondo que se incrementó con algunas actuaciones gubernamentales que no contaron con la aprobación de los braceros.Los campesinos alababan la figura del anterior gobernador civil, Manuel Asensi Maestre, con el que habían llegado a acuerdos beneficiosos para los parados de la Sociedad Obrera, como su inclusión en una bolsa de trabajo.Pero en septiembre, cuando un conflicto laboral produjo seis muertos y veinte heridos en Corral de Almaguer, pueblo cercano, el panorama cambió por completo.Francisco Mateos establece que se debió a la presión ejercida por los terratenientes en el gobierno de Madrid.Viendo que no eran sorprendidos, decidieron entrar en acción a las seis de la mañana.Las fuentes no especifican si estos piquetes iban armados, pero si hacemos caso de lo que expone el gobernador civil sobre los días anteriores, podemos afirmar que irían a frenar las labores con armas en sus manos, aunque en un principio sólo fuera para intimidar.Pero las tensiones no cesaban, y el propietario José Díaz-Maroto fue sorprendido en las calles por tres campesinos cuando se disponía a observar si su terreno era pasto de las llamas.Posteriormente, el herido acusaría a Francisco Vela "el Bolilla", Bonifacio de la Fuente «El Carrascosa» y José Manzanero Marín «El Buen Mozo».Compañeros, camaradas, que España entera lo sepa: norte, sur, este y oeste gimen llenos de cadenas... ».No volvemos a encontrar otra referencia a esos sucesos hasta el boletín correspondiente al día 7 de septiembre: se trata del informe que elaboraron dos diputados comisionados por las cortes para ello, habiéndose creado una comisión investigadora al respecto.En lo que respecta a la estructura interna del partido, tuvo también especial repercusión.