Las primeras herramientas agrícolas, que específicamente pueden calificarse como tales, acompañan el desarrollo de la agricultura desde el período neolítico, hace unos 8000 años.Algunos restos han podido encontrarse en los yacimientos arqueológicos del neolítico, excavados en Europa, el Cercano Oriente o Iberoamérica.La mayoría de las herramientas; con la evidente incorporación de piezas metálicas, que se iniciaría débilmente en la Edad del Cobre, ya que este metal no mejora la resistencia del sílex, siguió con la Edad del Bronce y se extiende y generaliza en la Edad del Hierro —el hierro aporta la necesaria dureza a los instrumentos agrícolas lo que les hace muy eficaces—; perviven en su integridad y extensión de uso hasta la Revolución Industrial y la aparición de maquinaria agrícola.La preparación del terreno previo a la siembra es vital para luego obtener buenas cosechas.Los principales implementos utilizados en esta etapa son: subsoleadores, arados, cultivadores, gradas, palas, recolectores de piedra y niveladores.