En su término se encuentra la localidad de Paradilla del Alcor.
Actualmente conserva una histórica escultura de la Piedad del siglo XVI.
Goza de temperatura suave y benigna aun en el invierno, porque la elevada montaña que la domina al NE la pone al abrigo de los vientos septentrionales, único frío en el país.
El ambiente que se respira es sano, puro y embalsamado con la deliciosa fragancia que exhalan la salvia, el tomillo y otras yerbas olorosas que se crían en su páramo y en las cúspides de las pequeñas montañas que se esparraman por todo el territorio, formando infinidad de vallecitos fértiles y deliciosos.
En él brotan hasta 20 manantiales de agua pura y cristalina; pero tan escasos que solo 3 ó 4 de ellos suministran agua durante el verano.
Pasan por la villa el camino que va por Villamuriel y Tariego a Aragón, y el que por Villamartín conduce a Villalón y Galicia; el correo lo trae un mozo de la administración de Palencia 2 veces a la semana.
En las eras del pueblo, a las afueras del mismo, se encuentran unas chabolas denominadas "picotas", que son utilizadas para el resguardo en épocas de labor.