Está formada por una lámina con el borde frontal cortante relativamente afilado por un lado y un mango para sujetarla.
Las azadas para la bina son largas y las de escardar tienen los bordes cortantes para seccionar las hierbas perjudiciales.
Las azadas son una tecnología antigua, anterior al arado y quizás precedida sólo por el palo de cavar.
Como las actuales, incidirían de forma oblicua en la tierra, mediante el impulso humano, para abrir hoyos o surcos.
[26] Durante los últimos quince o veinte años, las azadas se han convertido en herramientas cada vez más populares para los arqueólogos profesionales.
Si bien no es tan precisa como la paleta tradicional, la azada es una herramienta ideal para limpiar áreas abiertas relativamente grandes de interés arqueológico.
Algunos especialistas han propuesto a la azada arrastrada por una cuerda con tracción humana como origen del arado.