Desde el año 2020 y tras una renovación de la exposición permanente el museo reabrió sus puertas con una nueva marca L'ETNO, que es su nombre oficial.
En 2007 contaba con 15.000 piezas en su colección,[5] siendo el museo de referencia en lo que a cultura tradicional valenciana se refiere.
[7] Este Museo concreta un proyecto que históricamente había sido propuesto pero jamás realizado de disponer de un museo que estudiara, recopilara y difundiera la cultura tradicional valenciana.
[7] La apertura del museo se hizo efectiva en 1983,[7] con un personal de entre tres y cuatro personas.
[7] En pocos años se consiguió una importante colección sobre tecnología agrícola,[7] ampliando posteriormente su campo temático con materiales urbanos, y a partir del siglo XXI, con indumentaria tradicional.
[8][9][10] En cuanto a las salas permanentes, en el museo ha habido varios proyectos de exposiciones permanentes,[7] la primera fecha de la apertura del centro en 1983, y tenía como objetivo dignificar las colecciones recopilados hasta ese momento y mostrar las potencialidades del estudio de la etnología valenciana,[7] sin llegar a hacer un recorrido exhaustivo por la sociedad tradicional valenciana.
[4] En 2003, se produce la primera parte del proyecto, dedicada a las ciudades, desarrollando progresivamente los tres ámbitos de la exposición permanente,[4] que culminaría en 2011.
El Museo Valenciano de Etnología presenta, desde una visión contemporánea, tres exposiciones permanentes: La ciudad vivida.
[12] en estos cinco ámbitos, los objetos y los contenidos se muestran en relación con unos ejes determinados: habitar (el espacio doméstico), convivir (los espacios de encuentro), y trabajar (los puestos de trabajo).
[13] Además, el Museo produce exposiciones temporales de contenido etnológico, histórico, antropológico y sociológico.
[15] Está formada a su vez por tres exposiciones divididas en cuatro secciones con una estructura que se repite en los tres casos,[16] con cuatro apartados internos en cada una de ellas: espacios, habitar, trabajar y convivir.
[16] En la sala conceptual se muestran las invisibilidades de las realidades culturales y geográficas del medio rural valenciano.
De esta forma se mantiene el esqueleto discursivo construido por los ámbitos geoculturales ("Ciutat", "Horta i Marjal" y "Sec i Muntanya"), pero se cambia totalmente la estructura discursiva.
Además, todo el material está al alcance de los interesados, que pueden consultarse en una plataforma en línea, llamada el REBOST D'ESPANTA LA POR; de esta manera las escuelas y otras bibliotecas pueden encontrar diferentes recursos educativos para trabajar con los niños.
[51] Por último, cabe mencionar la dimensión espacial de la campaña, que va más allá del propio museo y la extiende a las bibliotecas públicas y los museos etnológicos locales.
[51][59][60] Gracias a la campaña, el Museo valenciano de Etnología ha creado una colección de libros, la Colección Espanta la Por, que estará compuesta por un libro anual dedicado a un monstruo concreto.
El cuento «Marta i la Tarasca» se ha editado con la colaboración del CEFIRE específico de infantil (GVA), y tiene como autores a Guillem Furió, Almudena Marín y Sergi Morales.
[51] Otra faceta de la campaña entra en el ámbito de la música, ya que en los dos últimos años se han producido varias canciones relacionadas con el proyecto, como:[63] • Saps què fa por a la por?
La campaña del año 2019 se centra en la vestimenta, de esta manera el museo organizó una exposición llamada "Vestir el miedo", en la que se muestran disfraces de los monstruos valencianos.
[66][67] Además se ha publicado un nuevo libro dentro de la colección Asusta el miedo "Marta es un duende" y un juego de mesa que versa sobre los monstruos valencianos, entre otras actividades programadas para escuelas y familias.