Desfalco

Puede referirse tanto a caudales privados (entre un empleado y su patrón o entre socios de la misma empresa) como públicos (llamado detrimento patrimonial).

Ambas han tenido más éxito en controlar la corrupción cuando hay votos en juego.

Por su parte, se debe tomar en cuenta la dinámica del poder local y las percepciones de la población, las cuales influyen en cuan activamente los ciudadanos participen en tales iniciativas.

[5]​ La infidelidad fue establecida por primera vez como delito independiente por la Constitutio Criminalis Carolina (CCC) de 1532.

El artículo 170 CCC contenía una disposición penal especial que penalizaba el manejo infiel de bienes ajenos.

En su mayor parte, el abuso de confianza seguía sin considerarse un delito independiente.

El Código Penal del Reino de Baviera de 1813 contenía los artículos 295 a 298 y 398 a 403, dos secciones contra la malversación, diferenciadas según su gravedad, que estaban redactadas en términos generales.

Además de los daños relacionados con la propiedad, también incluía la bigamia, el adulterio y la traición a las fiestas.

Las personas a las que se les confían dichos activos pueden tener o no una participación en la propiedad de los mismos.

La conversión requiere que la ocultación interfiera en los bienes, en lugar de limitarse a reubicarlos.

Al igual que en el hurto, la medida no es la ganancia para el malversador, sino la pérdida para los interesados en los activos.

Normalmente, para determinar si el empleado tenía suficiente control, los tribunales se fijan en factores como el cargo, la descripción del puesto y las prácticas operativas concretas de la empresa u organización.

Para un caso que ejemplifica la dificultad de distinguir el hurto y la malversación, véase State v. Weaver, 359 N.C.

El desfalco no debe confundirse con el desvío de fondos, que consiste en declarar unos ingresos inferiores a los reales y embolsarse la diferencia.

Una técnica inteligente empleada por muchos malversadores de poca monta puede cubrirse falsificando los registros.

Otro método consiste en crear empleados fantasma, a los que se paga con cheques de nómina.

El primer método es más fácil de detectar si todas las transacciones son con cheque u otro instrumento, pero si muchas transacciones son en efectivo, es mucho más difícil de identificar.

Los empresarios han desarrollado una serie de estrategias para hacer frente a este problema.

[11]​ i- Fraude: El requisito de que la conversión sea fraudulenta requiere que el malversador voluntariamente, y sin alegar derecho o error, haya convertido la propiedad confiada a su propio uso.