[8] Según la halajá, los no-judíos no están obligados a convertirse al judaísmo, para asegurar un lugar en el Mundo Venidero.Y el Creador dijo a Noé: 'El final de toda carne ha llegado.Bendijo a Noé junto a su familia y los instruyó en los senderos del nuevo orden, declarando: "Ahora te he dado todo.... Y por eso, de la sangre de vuestras almas voy a pedir cuentas...." Noé es el ancestro de la humanidad actual y al ser depositario de los siete preceptos universales (él, su mujer, sus tres hijos y tres nueras), por extensión su descendencia entera está sujeta a los tales.El primero es para la nación de Israel mediante 613 mitzvot o mandamientos (que incluyen también estos siete preceptos de las naciones) y el segundo para los gentiles, quienes tienen que acatar los preceptos dados a Noé y sus hijos después del diluvio y ratificados en la entrega de la Torá en el Monte Sinaí.De acuerdo con el sabio judío Moshe Ben Maimón, un no-judío que cumpla estos 7 preceptos solo por convicción intelectual y no por obedecer al deseo del Creador y cumplir con su voluntad, entendiendo la dimensión interior de cada mandato, no puede ser considerado como jasidei umot o justo entre las naciones, y su cumplimiento sería nulo y no tendría parte en la recompensa de los justos en el Mundo Venidero (Olam Habá).Las distintas autoridades rabínicas discutieron el tema en relación con estos mandamientos y su aplicación, principalmente a los gentiles (los goyim) que vivían bajo dominio judío.En el tratado de Sanedrín se dictamina[16]: En el Talmud hay muchos otros tratados donde se discuten las 7 leyes, su observancia y aplicación, así como su origen y trasfondo teológico.Además de lo anterior, un noájida también puede observar cualquiera de los 613 mandamientos de Israel a condición de que sea permisible y adecuado para el servicio noájida, por lo que debe ser previamente consultado con un rabino judío que posea los conocimientos necesarios y se encuentre calificado para guiar a un noájida; pero está estrictamente prohibido realizar los preceptos que están prescritos únicamente para el pueblo judío como: 7.Desde la perspectiva del judaísmo, estos siete preceptos son los instrumentos para que los gentiles tengan su recompensa en el Olam Haba (‘Mundo Venidero’), donde van tanto justos como pecadores, pero con la diferencia de que mientras los justos son regocijados por sus obras rectas, los pecadores son atormentados por el recuerdo de sus malas obras.Las Leyes de Noé son en realidad siete mandamientos dados al hombre por Dios, tal como están registrados en el Antiguo Testamento.
Santiago el Justo
, cuyo dictamen fue adoptado en el
Concilio Apostólico
de Hechos 15:20: ''Más bien debemos escribirles que se abstengan de lo contaminado por los ídolos, de la inmoralidad sexual, de la carne de animales estrangulados y de sangre.''