Algún autor defiende la teoría de que Serón pudo haber sido la mítica Segeda numantina.
La influencia musulmana (originalmente la etnia bereber) se hace muy patente entre los siglos VIII y XIII, haciendo que la plaza , con función fronteriza, participara en el frente de la línea de defensa contra al-Ándalus.
Tuvo mezquita sobre la que se construyó la iglesia de Nuestra Señora del Mercado.
También hay referencia años después a varios conversos, como Diego Enrique y Rodrigo Morales.
La presencia de judíos en Serón se remonta, sin duda, a tiempos muy anteriores pero los archivos históricos solo los mencionan durante la segunda mitad del siglo XVI.
En este periodo, la aljama de Serón, asentada según tradición popular en el llamado Barrio Escobar, posee una cierta importancia que se deduce de los impuestos que son obligados a pagar a la Corona.
Del siglo XVII, únicamente noticias locales, pero ninguna referente al castillo hemos adquirido.
Estas fiestas se celebran más íntimamente entre los habituales del pueblo excepto el Domingo en la que casi todos los hijos del pueblo que viven fuera de él hacen lo posible por asistir a la misma.
Antaño acudían varias veces en romería para pedir favores, y según recoge el Padre Damián Janáriz en su trabajo inédito sobre las ermitas "por la tarde, después de comer, la juventud de ambos sexos adornada con trajes típicos del país entre músicas y alegres cantares se trasladan a la ermita donde rezan el rosario, se pronuncia elocuente sermón y terminan cantando la Salve.
También hay verbenas los tres días, así como juegos para los niños y campeonatos de guiñote, bolos, etc.
Este último se lleva en una furgoneta en procesión alrededor de la villa con los coches pitando detrás.